El atardecer era encontrarte
entre mis dedos deslizando
por tu pelo, tu oreja.
La escarcha de la ma?ana
era despertar a tu lado
domingos resplandecientes
mojados de deseos cumplidos
sin haber sido esperados,
rastreando mientras los pasos
se unían en una misma dirección
El cielo se expandió
dejándonos la inmensidad
solventes, libres,
volamos con alas de ilusión;
y con lazos de pasión
nos brindamos un sendero posible.
jueves, marzo 23, 2006
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2 comentarios:
Precioso,me gustó mucho
salu2
domingos resplandecientes, mojados de deseos cumplidos... SENSACIONAL.
Te felicito.
MentesSueltas
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